
Que quede constancia de que a ciegas
escribo con las alas desplegadas.
Que sepan quienes a leer aprendieron
que a mis miedos pudieron mis locuras,
que me aferro a esta raza de náufragos,
que me sé de memoria mis bajezas:
las miserias y condenas que merezco.
Que quede escrito que no persigo alturas,
sino aprender mi vuelo y volver a casa.
Que quede a quien pudiera interesarle
esta palabra del poeta y de su boca.
Que lo que pido es poco: un céfiro en calma
y el pecho de mi amor acantilado,
para anidar en paz bajo sus nubes,
sus tormentas, sus suspiros y sus aguas.
(Del poemario "Ecbatana", 1998)
Me gusta mucho la imagen de inicio, la oreja de Adriano ... aunque tampoco habría estado mal un detalle del labio superior...
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