“VERANO Y TANGO”
por JOSÉ MANUEL ARIAS
Autor Teatral y miembro de la Asociación de Autores de Teatro.
*
“Observo la realidad que me circunda y, en
apariencias, todo ha cambiado mucho y demasiado rápido. Pero no es verdad. Solo
es una quimera”. Son palabras del autor, Juan García Larrondo, antes de ahogarse un agosto en Cádiz como nos
confiesa, iniciando tal vez por ello, un viaje llamado “Agosto en Buenos Aires”, un melodrama de corte costumbrista en un
Cádiz imaginario.
El autor Juan García Larrondo nos presenta en
esta obra a una pareja, Jacinto y Zakarias, dispuestos a iniciar un viaje a
Argentina para lo cual han alquilado su ático en Cádiz. Conocerán a sus
eventuales inquilinos, Aurora, una joven embarazada en extrañas circunstancias,
y su madre Hiperbórea Mallé, una estrella del bel canto venida a
menos, y que curiosamente vienen de Argentina para conocer España. Pero un
problema inesperado les hará cancelar el viaje a la pareja y deciden compartir
el ático bajo la catarsis de lo sugerente y prometedor. Y lo que en principio
podría ser algo divertido, se va convirtiendo poco a poco en un delirio,
provocado principalmente por la artillería fantasmagórica de Hiperbórea, que,
empeñada a toda costa en buscarle un marido a su hija Aurora, recurre a
la magia negra para que Jacinto se fije en ella bajo la perpleja incredulidad
de Zakarías.
Comedia de
enredo escrita para la acción dramática con unos personajes bien construidos,
apoyados en todo momento por unos diálogos eficaces y sugerentes que alientan
el disparate en cada escena. Se agradecen además en su lectura las acotaciones
meticulosas que ayudan al lector en todo momento a subir de nivel y vivenciar
cada escena.
Juan García Larrondo nos demuestra que
conoce a la perfección los recursos de la comedia, como la anticipación y las
pequeñas confesiones inconfesables que cada personaje principal le brinda al
público, apoyándose su desenlace en situaciones corales donde se precipitan con
maña y soltura los personajes secundarios para aclarar y poner las cosas en su
sitio.
En Agosto
en Buenos Aires se respira a Arniches, a los Álvarez Quintero, a
Jardiel Poncela, lo que en buena medida alienta su merecida y esperada puesta
en escena. Juan García Larrondo se
adentra con natural escepticismo en el terreno de las relaciones personales,
siempre llenas de apariencias y normalidades por la fragilidad que las
sustentan. Y subrayar el mérito del autor adentrándose en ese género tan
difícil siempre de escribir como es el de la comedia.
Juan García Larrondo, autor de títulos
como El Último Dios, Mariquita aparece ahogada en una cesta,
Noche
de San Juan, o Celeste Flora, su obra más
representada, gana con Agosto en Buenos Aires el IX Premio El Espectáculo Teatral. Y
felicitar a Ediciones Irreverentes por la edición de esta obra, cuidada en su
formato, manejable y de fácil lectura.
Publicado en revista “LEER TEATRO”.
Nº 6. “DE AQUÍ Y DE AHORA. TEATRO ESPAÑOL CONTEMPORÁNEO”
JUNIO 2015. EL KIOSCO TEATRAL. ASOCIACION
AUTORES DE TEATRO.
"EL TEATRO DE JUAN GARCÍA LARRONDO"
“AGOSTO EN BUENOS AIRES”
Por FRANCISCO MORALES LOMAS
Agosto
en Buenos Aires de Juan García Larrondo obtuvo el IX Premio El Espectáculo Teatral (Ediciones
Irreverentes, Madrid, 2014). García Larrondo define esta obra como “melodrama gaditango y cósmico”, y acaso
divertimento que bromea con cosas serias sobre temas tan de actualidad como la
homosexualidad, la aventura enloquecida de los políticos y la decadencia de las
divas o divos y sus espectáculos televisivos.
Una opereta
bufa que aspira también a mostrar las claves de la aventura amorosa en sus
diversas dimensiones y los juegos de pasiones y mentiras o medias verdades que
se encierran cuando se palpa esa esfera de la sentimentalidad. Existen el humor
negro y la circunstancia mágica como elementos con los que discernir una
aventura en la realidad que acaba siendo una incursión en un mundo sorprendente
y desestabilizado, porque a medida que avanza la acción esos personajes reales,
de carne y hueso, acaban derivando en paradigmas de una fábula a lo tartufo con
la licencia imaginaria de fantasmas que son vistos solo por una persona, como
emblema o reproducción de que la memoria, lo realizado, siempre se guarda en el
magín como un acto de consciencia que puede pervertir toda una vida. Siempre se
convive con el pasado y pocas veces se es ajeno a su influjo.
La obra está
desarrollada en tres actos con un añadido final a modo de coda, una escena
última que es como una especie de anuncio de inicio para provocar la sonrisa
final del espectador y una presunta circularidad. Está ambientada en Cádiz en
un tórrido mes de agosto de finales de los noventa del siglo pasado, y plantea
la historia de una pareja de homosexuales que tienen previsto hacer un viaje a
Buenos Aires (de ahí el título). Con este motivo alquilan su piso a una mujer y
su hija que son precisamente argentinas y están en España de paso. Sin embargo,
el viaje de los españoles se impide y acaban conviviendo los cuatro en el mismo
piso. A partir de ese instante, el único objetivo de la madre, HIPERBÓREA
MALLÉ, es conseguir que su hija conquiste amorosamente a JACINTO, que vive
enamorado de su pareja ZAKARÍAS. Los filtros amorosos elaborados a partir del
flujo vaginal mezclado con el mate harán milagros y JACINTO, como en éxtasis,
acabará abandonando a ZAKARÍAS cayendo en brazos de AURORA BOREAL MALLÉ, con lo
que el melodrama está servido.
Poco a poco se
irá aclarando el misterio en torno a esta pareja de mujeres: “Te conozco (dice AURORA BOREAL MALLÉ a
su madre) y sé que no habríamos huido del
país si no hubiese algo más que vos sabés”. La más dominante y agresiva es
HIPERBÓREA, una diva de ópera venida a menos, forjada en los ámbitos de la
corrupción, la manipulación y el despropósito, cuyo objetivo ha sido seducir a
políticos incautos. Su salida de Argentina se debe a un affaire con uno de ellos, de lo que
se ha derivado el embarazo de su hija AURORA BOREAL MALLÉ y, una vez en Cádiz,
tiene un nuevo en el magín: “Cazaremos a
un hombre como sea y cuando volvamos a Argentina, sobornaremos a la prensa, nos
forraremos haciendo un tour televisivo y lo desmentiremos todo con exclusivas…”
HIPERBÓBREA es
realmente el alma dramática de la obra, en torno a ella, sus conflictos
emocionales, su pasado, ese desdoblamiento entre al realidad y la ficción y sus
demonios particulares (que aparecen en cualquier momento y al que ella coloca
simbólicamente dentro del frigorífico) pivota gran parte del sentido último de
la representación. Es un hallazgo
incontestable de García Larrondo por su originalidad y fuerza dramática. A
medida que avanza la obra mostrará esa baraúnda de personajes fantásticos, esos
fantasmas que le echan en cara su pasado y su perverso modus operandi, advirtiendo así que no viene sola con su hija sino
acompañada por una serie de prototipos de su pasado (escuchados y vistos solo
por ella) que tratarán de vengarse cuando puedan, como así harán en una de las
simpáticas escenas finales cuando HIPERBÓREA decide ir a nadar. El resultado
final lo dejamos para el lector o el espectador en su caso.
Conceptos como
la comida (la glotonería) y el sexo, tan primarios y necesarios se convierten
también en instrumento para la reflexión vital y el sarcasmo como cuando dice
AURORA BOREAL MALLÉ en un monólogo: “¿Y
la masturbación? ¿A qué se creen, sino, que me dedico mientras que no como?
Pero ya hasta el onanismo frenético dejó de consolarme”.
El planteamiento dramático de García
Larrondo muestra su profundo conocimiento sobre la puesta en escena y una
creatividad importante en los diálogos siempre imprevistos y ágiles que permiten aventurarnos en una obra
imprevisible e impredecible pero en la que, en principio, todo se produce
con una síntesis fantasmagórica entre lo mágico y lo real y en un espacio
reducido como es una vivienda. La ironía y el sarcasmo se cuelan con dulzura y
habilidad y comprensión de la homosexualidad contrastada con la
homofobia de sus personajes femeninos, como cuando dice HIPERBÓREA MALLÉ: “!Jacinto es víctima del progreso! ¿No
viste? Zakarías es quien le contagió esas equívocas tendencias de invertido y
le obliga a practicarlas en contra de su voluntad (…) Hoy las hembras no saben
estar a la altura de los machos”. También y, en esa línea de pensamiento
retrógrado, siempre hay oportunidad para el sarcasmo en algunos de los
comentarios de estas sobre los españoles a los que con socarronería considera
unos “liberales”, no acabando de reconocer la trascendencia del amor y sí unos
recursos a la moralina tradicional y a la degradación de la especie que conforman
ese mundo de mujeres vindicativas de la que se salvará al final AURORA BOREAL,
casi haciendo honor a su nombre. El hombre para ellas es eso, una animal
estúpido al que hay que se seducir fácilmente con unos filtros de amor que no
son otra cosa que el flujo vaginal. No lo lograrán con ZAKARÍAS que desde el
primer momento se mostrará profundamente crítico con ellas.
García
Larrondo en el exordio inicial titulado “Expiación” explica que existen mucho
de referencias autobiográficas en la obra y se originó como un “resentimiento
crónico” que aspiraba a ser una comedia costumbrista y acabó convertida en
esperpento. En el fondo siempre existe una búsqueda de la felicidad truncada y
una cierta podredumbre cuando no se conservan criterios racionales o sentimentales
para hacerla compatible con la libertad y los afectos.
PUBLICADO EN BLOG “LITERATURA
ESPAÑOLA ACTUAL” DE FRANCISCO MORALES LOMAS Y EN REVISTA “ALHUCEMA” 2015.
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