
Parece ser que #Antinoo, el último dios del mundo grecolatino, murió ahogado en las aguas del Nilo recién entrado el otoño del 130, poco antes de cumplir los 20 años. Y pese a las fuentes y ficciones posteriores, desconocemos verdaderamente las circunstancias de su muerte. En realidad, poco importa ya. Se muere a cualquier edad, ¿no? Basta una leve brisa, quizás en una tarde de octubre como esta, para que, de repente, los dioses y astros del universo entero, todos con un simple suspiro, desaparezcan.

Mi especulación y mi poética sobre esta historia quedó escrita en forma de drama bajo el título de #ElÚltimoDios, en el libro #TheatrvmFugit de Editorial DALYA, por si alguien le interesara leerla, olvidarla o, incluso, llevarla nuevamente a escena: https://short.do/Xxwiwt

También lo puedes comprar o pedir en Librerías.
Y hoy, aprovechándome de esta -nada fortuita- coincidencia entre las próximas efemérides de los #Difuntos y la de #Osiris reencarnado, recupero también otras palabras que escribí sobre el tema y que los siguientes enlaces recopilan:
Porque #ElTeatroTambiénSeLee y porque para mí el otoño es el inicio de la resurrección. Y, a mi manera, me consuela honrar así a los muertos que viven todavía en mi memoria.