viernes, 28 de mayo de 2010

POÉTICA


Que quede constancia de que a ciegas

escribo con las alas desplegadas.

Que sepan quienes a leer aprendieron

que a mis miedos pudieron mis locuras,

que me aferro a esta raza de náufragos,

que me sé de memoria mis bajezas:

las miserias y condenas que merezco.

Que quede escrito que no persigo alturas,

sino aprender mi vuelo y volver a casa.

Que quede a quien pudiera interesarle

esta palabra del poeta y de su boca.

Que lo que pido es poco: un céfiro en calma

y el pecho de mi amor acantilado,

para anidar en paz bajo sus nubes,

sus tormentas, sus suspiros y sus aguas.


(Del poemario "Ecbatana", 1998)

1 comentario:

  1. Me gusta mucho la imagen de inicio, la oreja de Adriano ... aunque tampoco habría estado mal un detalle del labio superior...

    ResponderEliminar